La diabetes tipo II, o diabetes adquirida en la mayoría de las ocasiones por unos malos hábitos alimenticios, unidos al sedentarismo, se sobra cada vez más víctimas entre la población.
Cuantos más años tienes, y más tiempo has estado en esa situación de mala alimentación, cargada quizás de alimentos altamente procesados, y grasas saturadas, más posibilidades tienes de poder tener resistencia a la insulina.
Sin embargo, se sabe que las personas deportistas, y aquellas con un tejido muscular metabólicamente activo, incluso con esos malos hábitos, tienen menos riesgos de terminar con esa temida enfermedad.
Tratamientos como la metformina, para regular los niveles de glucosa en sangre, son comúnmente utilizados hoy en día por muchas personas, en lugar de acudir a otras soluciones mucho más saludables, y con efectos secundarios totalmente beneficiosos.
El trabajo de fuerza puede mejorar tu sensibilidad a la insulina, y por tanto reducir los niveles de glucosa en sangre, haciendo que tus músculos sean más sensibles, y capten mejor la glucosa sanguínea, dejando unos niveles más saludables.
¿Y qué misión tiene el ejercicio de fuerza.?
Muy sencillo. Tus músculos entre otras cosas son un almacén de glucosa. Cuando realizas alguna actividad física de una intensidad suficientemente relevante, tus músculos, además de oxidar grasa, también utilizarán de forma más abundante esa glucosa muscular que no deja de ser el combustible para ese ejercicio más intenso.
Cuando se realiza un ejercicio intenso a nivel muscular, los músculos implicados en ese ejercicio intenso, van a reclamar una mayor cantidad de energía, y por tanto irán tirando de ese almacén que tienen de glucosa.
Si conseguimos crear un buen vaciado de glucosa, el músculo querrá de nuevo volver a rellenar esos depósitos, preparándose de esta forma para una nueva sesión de ejercicio intenso.
Cada vez que realizas este proceso, estás mejorando la sensibilidad de las células musculares a la captación de glucosa que es transportada por la insulina.
De esta forma no solo hacemos que mejore tu sensibilidad a la insulina, y por tanto evitar, o intentar revertir una pre diabetes, o diabetes tipo II, sino que de forma paralela conseguirás que no sea tan fácil que se acumule en grasa la glucosa circulante, porque tus músculos están preparados para poder absorberla y guardarla para la siguiente ocasión.
No te olvides, por tanto, que el entrenamiento de fuerza, y más concretamente con una alta intensidad, y controlada como hacemos en Axón-Zone, va a ser uno de tus mejores aliados.